27 de junio de 2014

¿Quiénes son más ciegos ellos, o yo?

Me gustaría seguir contándote un poco más sobre mí historia para que conozcas cómo llegué hasta aquí. No ha sido un viaje fácil, pero seguro que para casi nadie lo es.

Cuando llegué a la protectora y mi mami me recogió, lo hizo en lo que se denomina casa de acogida. Se trata de un tiempo en el que los perros abandonados son acogidos en familias mientras se les busca un adoptante responsable.

Mientras tanto, nos hacen fotos chulis, carteles, la protectora debe difundirnos en su web o redes sociales y de esa forma encontrar a la persona adecuada tras pasar por una serie de entrevistas. Una gestión que siempre debe ser exhaustiva porque no todo el mundo es apto para adoptar, ni mucho menos.




Yo pensaba que aquel era mi hogar definitivo, no quería irme por nada del mundo, pero recuerdo que aquellos primeros meses, mi madre, que para mí ya lo era, había puesto carteles con mi foto y había venido gente un poco rara a verme.

Ella evitó que me fuera con ellos, siempre me decía que elegiría al mejor adoptante para mí.

Pasaban los meses y nadie preguntaba por mí. 



Quiero un perro de raza

Esto parece importar mucho a la hora de adoptar un animal,cualquier minusvalía que tengamos lo hace realmente difícilYo he sido una víctima de todo esto, además soy ciego producto del maltrato que me propinaron desde bebé. 

Por supuesto, si eres de raza la cosa cambia. 

Esto significa que todos los compis con esta etiqueta tienen más probabilidades de ser adoptados, dejando al resto fuera debido a esta ilógica e inexplicable manera de pensar y actuar. 

¿Quieres adoptar y ayudarnos? Da una oportunidad a todos, ¿no?




Un día llamaron a mi madre de la protectora. Alguien había preguntado por mi, y mi madre se puso en contacto con esa persona. Cuando hablaron, ella se quedó sorprendida, en el anuncio de la protectora no decían que era ciego. 

Esa persona cuando lo supo ya no quiso saber nada más de mi. Mi madre se enfadó con la protectora por no contar la verdad ya que ser ciego no es un impedimento para ser un perro feliz y recibir todo el cariño del mundo.

De aquí no te vas 


Por supuesto, jamás quiso saber de esa persona que ni respondió cuando se enteró que era ciego y no quiso verme. 

Pasaron los meses, y a pesar de las adversidades, de que mucha gente aconsejaba a mi madre que no era el momento de aumentar su  familia animal ya que también tenía a la que consideraba mi hermana mayor, Lola, y a otra perra en acogida. Mi mami tomó una decisión: Nevado se quedaba en casa para siempre.

Una decisión muy difícil porque adoptar a un animal es algo serio y comprometido. El amor que sentía por mí hizo que finalmente diese el paso

Muchas cosas teníamos en contra en aquellos momentos, pero estando juntos las íbamos a superar seguro.

Siempre me preguntaré, ¿quiénes son más ciegos los que no saben ver el amor que podemos dar sin necesidad de ver o los que somos ciegos por causas ajenas a nosotros? Mi madre supo ver ese algo en mí, y siempre se lo agradeceré, al igual que ella me lo susurra cada día.

Un abrazo. 

Entradas relacionadas

0 comentarios