
La comunicación con nuestro peludete es importantísima para entender lo que necesita, y al mismo tiempo mantener una convivencia equilibrada.
Muchas veces podemos equivocarnos cuando nos manifiestan su lenguaje, y desconocemos sus señales de calma. Eso puede generar problemas de conducta, y falsos entendimientos por nuestra parte.
Con el paso de los años, y especialmente tras haber estudiado educación y psicología canina, he descubierto mucho más sobre el lenguaje de Nevado, y eso me ha ayudado a entender sus inquietudes.
Me he dado cuenta de los errores que he ido cometiendo antes de conocer en profundidad este tema, y por eso he decidido hacer este artículo para ayudarte a que tengas una buena guía para entender mejor a tu compañero de vida.
¿Qué son las señales de calma?
¿Cómo debe ser la comunicación con nuestro perro?
- Los perros tienen un oído mucho más agudizado que nosotros. Escuchan tres veces más alto los sonidos que nosotros, por este motivo no debemos alzar la voz, ni gritarles nunca porque lo pueden tomar como una reprimenda. Lo mejor es hablarles en un tono normal, agudo, y amable para que la comunicación sea fluida.
- Jamás utilices el castigo con tu perro a la hora de comunicarte. No funciona, y puede generarles miedo y estrés.
- Cuando te comuniques con él, fíjate si hay un contacto visual en todo momento para que pueda verte. Si por ejemplo tu peludete no ve, como me ocurre con Nevado, yo utilizo mucho la voz para comunicarme con él, las caricias, y estoy muy atenta a su lenguaje.
- Respeta siempre su estado, es decir, si se encuentra incómodo, si necesita descansar, o si necesita más motivación. Puedes ayudarle a través de refuerzos positivos, y especialmente mucho cariño y calma.
¿Cuáles son las principales señales de calma?
- Bostezo. Esta señal suele indicar cierta incomodidad, con ella manifiestan que no está habiendo una buena comunicación con el humano, y se suele acompañar de otras como mirar de reojo, o poner las orejas hacia atrás. ¡Ojo! No se debe confundir con un bostezo de sueño. Por ejemplo: en el caso de Nevado lo he visto algunas veces cuando se sienta delante de mí para manifestarme que quiere salir, si yo no respondo, él me expresa su incomodidad y la necesidad de que le de una respuesta. Ahora ya se lo que necesita, y nuestra comunicación es muy fluida.
- Lamerse. Debemos diferenciar cuando ha bebido agua, o ha comido que lo normal es que se relaman, a cuando lo hacen para comunicarnos algo. En este caso puede manifestar estrés, algo le supera, y está pidiendo un descanso, tener su espacio. Suele girar la cabeza de lado también cuando se relame como señal de calma.
- Nos lamen a nosotros. Cuando nuestros peludetes nos lamen significa que están en actitud cariñosa, afectiva, pero si estos lamidos son muy seguidos, y el perro está muy excitado, debemos valorar si puede ser por estrés ya que es un indicativo de que no es por afecto, si se unen otro tipo de señales como girar la cabeza, dar saltos, y realizar movimientos muy nerviosos y repetitivos.
- Gira la cabeza. ¿Alguna vez te has acercado a tu peludín para darle un achuchón, y ha girado la cabeza? Simplemente nos está diciendo que no es el momento, y que debemos respetar su espacio. Además, puede acompañarlo con jadeos, y lamiéndose. Así que lo mejor será retirarnos, y dejarle tranquilo.
- Nos dan con la pata, y nos empujan con el hocico. Los peludines también necesitan afecto, y buscan nuestra atención para que se lo proporcionemos. Nevado lo hace muchas veces, me siento con él en el suelo, y viene hacia a mí dándome con su hocico porque tiene ganas de caricias, de que le de un buen achuchón, y yo encantada.
- Olfatear el suelo. Esto es algo que todos los perros hacen, y es imprescindible porque lo que buscan es reconocer el lugar, es una manifestación si hay más perros de que no buscan problemas con ellos, y además es una forma de ir presentándose de forma cordial.
- Ojos casi cerrados. Si te fijas, en muchas ocasiones tu peludete está tranquilo con los ojos semicerrados, además notas su cuerpo calmado, no hay nerviosismo, y eso indica que está la mar de a gusto.